Reproduzco por su interés un articulo de Roberto Centeno, ingeniero y Catedrático de Economía.
En medio del invierno más frío en 40 años, con temperaturas de -30ºC en Moscú y de -20ºC en muchas otras capitales, la patraña del calentamiento no podía prosperar. Dios se ha apiadado de nosotros, para impedir que nos sigan saqueando una panda de demagogos. Los gobiernos más ricos estaban dispuestos a poner dinero, porque los temas medioambientales venden mucho electoralmente, aunque no sin que China e India se comprometieran a reducir emisiones, pero ¿cómo iba China a reducir su crecimiento y su bienestar por un supuesto calentamiento cuando medio país sufre una ola de frío extremo? ¿Cómo la India, con los Himalayas sufriendo las nevadas más intensas en décadas? China, además, no tiene que contentar a una izquierda ecologista para obtener su voto, porque ellos son la izquierda.
El resultado de la Cumbre del Clima. Excelente para los ciudadanos indefensos: se tomarán medidas cuando la temperatura suba en 2ºC, no ha subido ni un grado en un siglo, y cero en los últimos diez años; objetivos de reducción de emisiones para 2050, pero sin fecha para llegar a un máximo; y pasta la mínima, unos 6.000 millones de euros/año hasta 2020, lo mismo que Zapatero solito, con nuestro dinero, regala anualmente a las renovables. Un presidente sin ideas, incapaz de hacer frente a la crisis, pero dispuesto a los mayores dislates. Y esto es lo grave, porque el mayor contaminador de Europa, aparte la coda efectista de “la tierra no pertenece a nadie, sólo al viento”, ha decidido arruinarnos para conseguir los votos de más la izquierda y de los ecologistas.
Su apuesta por “una nueva era basada en las energías renovables” es un desastre para la competitividad, para el empleo y para el bienestar futuro de los españoles. Apuesta por las subvenciones brutales a los afines al poder –los que consiguen las concesiones- y por las energías más caras e ineficientes del planeta, mientras nuestros nuevos competidores tienen la electricidad y el gas a la mitad de precio. La “liberalización”, vocablo que en socialista significa “libertad de los monopolios para elevar los precios sin límite”, ha hecho subir el recibo de la luz un 17,5% desde julio y otro 20% a lo hará en 2010, y con la Ley de Economía Sostenible subirá otro 50%.
El cambio climático: una constante universal
El calentamiento global es la mayor estafa planetaria de los tiempos modernos. El cambio climático es una constante universal originada por numerosas variables, en las que destacan cambios en las corrientes oceánicas –si la corriente del Golfo cambiara su curso ligeramente, Europa entraría en una edad glacial- y en la radiación solar que oscila cíclicamente. Siempre lo ha habido y siempre lo habrá. En los últimos 420.000 años ha habido cuatro glaciaciones con sus periodos interglaciales, y en todos ellos la temperatura alcanzó niveles superiores a los actuales. Hace 8.000 años el desierto del Sahara era una selva, intercalada con épocas glaciales, documentada en el 2.200 a.C, que dejó a Egipto y los países de la zona al borde del hambre.
Más cerca de nosotros, en la España del Cid, en el año 1.000 los ríos españoles llevaban el doble de agua que en la actualidad, el Guadalquivir, por ejemplo, era navegable hasta Córdoba. Groenlandia estaba libre de hielos en la Edad Media. También en esa época hubo periodos cálidos en toda Europa, tanto que en el norte de Inglaterra se cultivaba la vid. En el siglo XVIII, por el contrario hubo un periodo de enorme frío, y los ejemplos son múltiples. Ninguno de estos cambios climáticos, tremendos por otra parte, ha estado causado por la actividad humana.
El estado del miedo
¿Se acuerdan ustedes del “agujero de ozono” en la Antártida, que dejaba ciegos a los pingüinos y a las focas, y que iba a destruir el mundo? Pues ni había agujero, ni dejaba ciego a nadie, ni nada de nada. Resulta que se trata de un fenómeno cíclico que se repite anualmente: al final del crudo invierno antártico, se producen una serie de reacciones fotoquímicas en la estratosfera que reducen la cantidad de ozono, en septiembre la cantidad de ozono llega a un mínimo, luego se recupera y en noviembre el “agujero” se ha cerrado. Con ésta patraña se amedrentó a toda una generación, se forraron unos cuantos y miles de activistas ecologistas vivieron del cuento.
Ahora es igual pero a gran escala, “el planeta se calienta, los hielos se derriten y asciende el nivel del mar”, es el nuevo “estado del miedo”, un camelo total. Sin embargo, el supuesto “calentamiento global” ha permitido a los vendedores del Apocalipsis y a las ideologías izquierdistas que no han aportado nada útil a la humanidad en 80 años, excepto dictadura, miseria e injusticia, crear un engaño colectivo del que se benefician extraordinariamente.
“El planeta se calienta”. Mentira, los gráficos de temperaturas medias mundiales muestran desde 2007 una bajada no una subida. En el verano de 2008, el que esto escribe estuvo en el santuario de ballenas del río San Lorenzo, cerca de Québec, y la bióloga marina que nos acompañaba nos explicó que el invierno anterior había sido el más frío que recordaba. Los jesuitas que llevan registros de la altura de la nieve caída en Québec desde hace 400 años, medirían la mayor altura en cuatro siglos.
La mayoría de las medidas de temperatura se toma en “islas de calor”, grandes ciudades y aeropuertos, también se utiliza el truco de emplear los años que convienen, y en la mayoría de los casos se realizan sin garantía alguna. En West Point, por ejemplo, con garantía de seriedad, continuidad y método, no se han producido cambios en la temperatura media en 175 años, 51ºF en 1826 y 51ºF en 2000.
Pero la prueba del nueve ha sido la realizada por unos hackers tras pillar a los “gurús” del calentamiento de la Universidad de East Anglia con el carrito de los helados. Han manipulado datos, han destruido pruebas y han silenciado o desacreditado a los disidentes. Y toda la información que utiliza la ONU y las organizaciones internacionales procede de esta fuente. Por cierto, estos mismos científicos predecían en los años 70 una nueva glaciación, pero como es mucho más rentable el calentamiento, han cambiado la predicción.
Ecoterrorismo
Este tipo de comportamientos, es lo que el conocido escritor Michael Crichton denomina “ecoterrorismo”: científicos dispuestos a modificar o manipular sus datos según las necesidades de las organizaciones que les subvencionan. Han falsificado de todo, pero lo más relevante han sido las temperaturas que no han crecido en los últimos diez años, lo que invalida totalmente la gran estafa del calentamiento. Una falsificación que no es nueva, porque es la que llevan haciendo décadas los marxista ecologistas, utilizando fotos de glaciares en verano con menos hielo, diciendo que son de invierno, o filmando desprendimientos de masas de hielo polar en verano, diciendo que es en invierno.
El CO2 en la atmósfera ha pasado de una media de 250 ppm a 385 ppm, pero en el Holoceno, hace 12.000 años, ese nivel era de 7.000 ppm, sin mediar actividad humana. De los gases emitidos por la centrales de de carbón, parte es CO2 y parte SO2, y ocurre que el SO2 refleja los rayos solares y, en consecuencia, enfría. El conjunto de emisiones contaminantes de las innumerables centrales de carbón, tenderá a enfriar y no a calentar en los próximos 20 años. Otra cosa distinta es el desastre ecológico en las zonas colindantes, pero eso no es calentamiento global, es contaminación local contra la que se debe luchar con todos los medios. Además, si hubiera un efecto invernadero, las temperaturas sólo podrían subir, y un invierno glacial como el actual sería imposible.
“Los hielos se derriten”, un camelo estratosférico. El Polo Sur, que contiene el 90% del hielo de la tierra, se esta enfriando, excepto en una pequeña zona. Las mediciones con radar de banda lateral muestran que la masa de hielo de la Antártida oeste crece al ritmo de 26,8 gigatoneladas año, y el hielo marino antártico dura ahora 21 días mas que en 1979. Hace dos años se produjo el invierno mas frío en 100 años en el hemisferio sur, hasta nevaría en Buenos Aires.
Y ya, la repanocha de la tomadura de pelo, llega cuando se afirma que “asciende el nivel del mar” ¿Dónde asciende? Cualquiera que viva o vaya habitualmente a la playa podrá comprobar la absoluta falsedad de la afirmación, no ha subido ni un centímetro en 60 años, y en 100 si miramos fotos antiguas de nuestras playas ha bajado. Si el deshielo fuera cierto, el nivel del mar habría crecido un metro o dos, y todas esas playas habrían desaparecido, entonces ¿qué trolas nos cuentan? Por ello, no se dejen engañar, crean solo lo que ven sus ojos, no hay más cambio climático que el natural.
¡ FELIZ NAVIDAD Y LO MEJOR PARA 2010 A TODOS!
(*) Catedrático de Economía de la Escuela de Minas de la UPM
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