Si fuiste niño o muy joven en los años 60 o 70... ¿Cómo hiciste para sobrevivir?
Acaso eres una persona sobrenatural, o sencillamente eres inmortal. Aquí vas a ver las cosas peligrosas que tuvimos que pasar para llegar al siglo XXI. Realmente si uno lo piensa, se da cuenta que es un verdadero milagro seguir viviendo.
- Bebíamos agua de la manguera del jardín o de la fuente del colegio y no de una botella de agua mineral.
- Íbamos en coches que no tenían cinturón de seguridad ni airbag. Ir en la parte de atrás de una furgoneta era un paseo especial y todavía lo recordamos.
- Nuestras cunas estaban pintadas con brillantes colores de pintura a base de plomo.
- Cuando andábamos en bicicleta no usábamos casco
- Pasábamos horas y horas construyendo carritos de ruedas y los que tenían suerte de tener calles inclinadas, los echaban a rodar calle abajo y en la mitad, se acordaban que no tenían frenos. Después de varios choques con los postes aprendíamos a resolver el problema haciendo trompo.
- Salíamos a jugar con la única condición de regresar antes del anochecer
- Nuestros juguetes, estaban formados de piezas fácilmente desprendibles, imanes, y todas las piezas cabían en la boca de un bebe.
- No teníamos teléfono móvil, así que nadie podía localizarnos......
- Nos caíamos, nos rompíamos un hueso, perdíamos un diente, pero nunca hubo demandas por estos accidentes. Nadie tenía la culpa sino nosotros mismos.
- Comíamos pan con mantequilla y chocolate, tomábamos bebidas con azúcar, no había nada "light", la leche era siempre entera y nunca teníamos sobrepeso.
- Compartíamos una bebida entre cuatro, tomando de la misma botella y nadie se moría por eso.
- No teníamos Playstation, Nintendo 64, X Box, Juegos de video, 99 canales de televisión, videograbadoras y/o DVD, sonido soundround, teléfono móvil, PC, fax y menos Internet. Solo teníamos AMIGOS.
¡Ahí, afuera!, en el mundo cruel, sin guardián. ¿Cómo lo hacíamos?
- Salíamos, nos subíamos en la bicicleta o íbamos a casa del vecino, tocábamos el timbre o sencillamente entrábamos sin llamar y allí estaba nuestro amigo y salíamos a jugar.
- Jugábamos con una pelota de goma, que comprábamos a medias. Formábamos dos equipos y no todos llegaban a ser elegidos pero no nos cogíamos ningún trauma.
- Algunos estudiantes no éramos tan brillantes como otros y cuando perdías un año, lo repetías. Nadie te mandaba al psicólogo, nadie tenía dislexia, simplemente repetías y tenías una segunda oportunidad.
Si en una fiesta (que era en alguna casa) te ponías pedo, tus amigos te dejaban en la puerta de tu casa, tocaban el timbre y salían corriendo.
- Si por casualidad cometías alguna tontería y te metías en líos, llegaba tu padre y te daba una paliza. Nada de Derechos Humanos, ni presentabas un recurso de amparo en tu favor y los amigos se meaban de risa.
- Cuando tus padres te regañaban por alguna cosa, no los demandabas por violencia familiar; sencillamente te quedabas callado y pensabas “la que he liado”.
- Teníamos libertad, fracasos, éxitos y aprendimos a manejarlos.
- Si la maestra citaba a nuestra madre por alguna mala nota u observación la culpa, por supuesto, era totalmente nuestra…
… ¿y las amonestaciones en secundaria?
- Y la aventura picaresca de los “novillos” por el parque del Retiro y el Zoo, para librarnos del examen oral de química?
- Las broncas que nos llevábamos siempre cuando la vieja vecina solterona se quejaba porque con la pelota decía le rompíamos las plantas.
Yo no soy de esa generación, pero mi padre me habla de ella... una época dura, pero quizá en algunas cosas fue mejor que ésta... Con todo, algo de eso pude conocer, mi generación debió ser de las últimas que jugaban en la calle, o al menos en los pueblos pequeños, como el mío... íbamos a un descampado que había (ahora son adosados) cerca de mi casa y allí jugábamos a la pelota, al escondite, a tirarnos globos de agua en verano... y a subirnos a los olivos, y cuando nacían los gusanos de seda trepábamos a los árboles de morera a coger hojas para ellos y moras para nosotros... menudos batacazos, pero qué bien lo pasábamos.
ResponderEliminarDe vez en cuando colocaban allí material de construcción, como unos tubos muy gruesos de plástico. Nos metíamos unos cuantos dentro de esos tubos y los demás los empujaban haciéndonos rodar cuesta abajo, de vez en cuando acababas con el zapato de otro metido en la boca, pero cómo te reías.
Da pena ver que eso ya no se hace (lo de jugar en la calle, lo de los tubos fue una locura nuestra), era divertido... también mi madre me hechó un broncazo por una gamberrada que le hicimos a una vecina, ¡Todavía me da miedo mencionarlo delante de ella, qué bronca! XD
Bueno, que me enrollo... gracias por hacerme recordar mis "viejos tiempos".
Besos.
Rosa.
Te leo, y veo como en tus palabras se va incrementando la nostalgia... sí, esa que se recuerda con una sonrisa en la boca y los ojos mirando hacia el techo, recordando cosas tuyas, de tu niñez, y todos esos gratos momentos que perdurarán siempre en nuestra memoria. Suenan a película de Garci, y nos traen perfumes del pasado. Gracias Rosa por tu comentario.
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