jueves, 30 de octubre de 2008

Yo he visto a toros llorar.


– Dice el escritor y periodista Jorge Ross en su libro La hora de los Jueces: “Es preciso estar mentalmente enfermo o ser el lógico engendro de una ignorancia tenebrosa para disfrutar con la práctica de la crueldad, pero utilizar el instrumento de la retórica para que esa práctica perdure, convertida en un derecho humano, es el acto demoníaco por excelencia”.


Sabemos que para justificar su afición por las corridas, de retórica se arman hasta los dientes los amantes al coliseo romano moderno, le cuelgan a ese rito de sangre y muerte toda clase de arandelas, lentejuelas, labia pomposa y pasodobles, cuando la realidad de la mal llamada “fiesta” es clavar, clavar y enterrar hasta matar, cuanto elemento corto punzante se tenga a la mano en el cuerpo del inocente animal, tan sensible al miedo y al dolor como usted, como su perro o como yo, el cerebro del torturado responde ante el dolor de la misma forma en todas las especies, ¿hacemos la prueba en usted señor Capellán de la plaza, en usted señor periodista o en usted señor abonado de sombra?.


Es cierto que una cosa es mirar los toros desde la barrera, obvio, si hasta allí no llegan los puyazos, la tortura y la muerte, es mejor beber manzanilla y gritar ¡Olé! Que vomitar sangre a bocanadas con una espada incrustada en los pulmones, no es necesario tener mínimas nociones de anatomía para entender que todo ser viviente con un sistema nervioso central sufre cuando le hieren, basta aplicar la máxima cristiana “No hagas a otros lo que no quisieras que te hicieran a ti”.


Vivimos y para nuestra vergüenza como sociedad que procura ser cada día más civilizada, la masacre por diversión de cincuenta toros en los centros de “espectáculos” de la Macarena o las Ventas..


Sin embargo soy algo optimista, la gran legión de ex taurinos arrepentidos crece a pasos agigantados, personas que como yo entendieron que a todos nos llegará La hora de los Jueces y muy seguramente la crueldad no será la actitud que se tenga en cuenta por Dios como una virtud, los invito a reflexionar, nunca es tarde. Prueba de esto lo encuentran en la entrevista que el periódico ABC de Madrid le hizo al ex torero “Chiquilín” , dice literalmente otro que torturó animales “Ahora no puedo ver un descabello y vuelvo la cara, los animales sufren y les duelen las cosas, los toros te miran y tienen cara de buena gente”. Pregunta el periodista ¿Hoy sería capaz de matar a un toro? “Ahora no, tengo piedad de ellos, Yo he visto a toros llorar”.


“El Pilarico” también los vio llorar y mientras persista esta crueldad, el corazón de Álvaro Múnera y el de millones de personas no dejarán de llorar por todas las víctimas humanas y no humanas de la violencia, y demoníaco será por excelencia si esa violencia se aplica por diversión.



viernes, 10 de octubre de 2008

Las 10 mejores películas de... Crimen Organizado

Hoy voy a empezar una serie de posts, dedicados al cine, y que se va a titular “Las 10 mejores películas de..”, pretendo poner una lista de 10 películas, correspondientes a un mismo género, que a mi modesto entender son las mejores producciones sobre ese tema. Empezare por las 10 mejores películas de “Crimen Organizado”. Espero que opinen, critiquen y comenten si están de acuerdo o no.

Las películas sobre Crimen Organizado comparten una serie de características que resultarán en lo sucesivo definitorias del cine de gángsters:

1. El protagonista es un inmigrante (italiano en Hampa dorada; cubano en Scarface; irlandés en El enemigo público), que sueña con superar su pobreza y alcanzar el éxito. Se introduce en una organización criminal y sus "virtudes" le van aupando hasta los puestos más altos. En ese momento, comienzan los anuncios de decadencia: la muerte de algún allegado (a veces por propia mano, como en Scarface, donde Tony Camonte asesina a su mejor amigo por acostarse con su hermana, ignorando que se habían casado); el rechazo o la traición de la mujer amada; el conflicto con la familia, etc. Poco después llega la caída propiamente dicha, que suele ser bastante apocalíptica. El protagonista debe morir indefectiblemente: ninguno de estos gángsters clásicos termina su carrera entre rejas. Su muerte, acribillado por la policía o asesinado por una banda rival, es el punto álgido de la película: merecido castigo, pero también consagración definitiva del héroe.

2. Existe una serie de roles bien definidos que se repiten con leves variaciones en todas las películas del género: el amigo del protagonista (muere trágicamente, uno de los tributos que el protagonista debe pagar por su rápida ascensión); la mujer fatal; la madre, que encarna los valores tradicionales, etc.

3. El espacio es característicamente urbano, con una serie de decorados que se repiten como clichés: las salas de fiestas, los speakeasies o bares clandestinos, etc.

Esta es mi lista:


El Padrino I - 1972

El Padrino II - 1974

Sospechosos Habituales - 1995

Uno de los Nuestros - 1990

Muerte entre las Flores - 1990

El Padrino III - 1990

Érase una vez en América - 1984

Casino - 1995

Promesas del Este - 2007

Una Historia del Bronx - 1993



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miércoles, 8 de octubre de 2008

Me gusta...

Ver a un animal feliz

La sonrisa de un niño

Los platos de cuchara

Led Zeppelin

Los ojos de algunas mujeres

El blues

La montaña

Escuchar a alguien inteligente

Sonreír con un amigo sin motivo

Sonreír con un amigo con motivo

Reírme de mi mismo

El ajedrez

El campo al amanecer

Los pastores alemanes

La mirada clara

La autentica amistad

El rock

Algunos libros

Los problemas de lógica

El frío

La gente seria

Ser capaz de explicar una idea compleja

Entender una idea compleja

Las flores

Las verduras de huerta

El jazz

El chocolate

La filosofía

El Cine (con mayúsculas)