jueves, 24 de diciembre de 2009

La estafa del calentamiento global

Reproduzco por su interés un articulo de Roberto Centeno, ingeniero y Catedrático de Economía.

En medio del invierno más frío en 40 años, con temperaturas de -30ºC en Moscú y de -20ºC en muchas otras capitales, la patraña del calentamiento no podía prosperar. Dios se ha apiadado de nosotros, para impedir que nos sigan saqueando una panda de demagogos. Los gobiernos más ricos estaban dispuestos a poner dinero, porque los temas medioambientales venden mucho electoralmente, aunque no sin que China e India se comprometieran a reducir emisiones, pero ¿cómo iba China a reducir su crecimiento y su bienestar por un supuesto calentamiento cuando medio país sufre una ola de frío extremo? ¿Cómo la India, con los Himalayas sufriendo las nevadas más intensas en décadas? China, además, no tiene que contentar a una izquierda ecologista para obtener su voto, porque ellos son la izquierda.

El resultado de la Cumbre del Clima. Excelente para los ciudadanos indefensos: se tomarán medidas cuando la temperatura suba en 2ºC, no ha subido ni un grado en un siglo, y cero en los últimos diez años; objetivos de reducción de emisiones para 2050, pero sin fecha para llegar a un máximo; y pasta la mínima, unos 6.000 millones de euros/año hasta 2020, lo mismo que Zapatero solito, con nuestro dinero, regala anualmente a las renovables. Un presidente sin ideas, incapaz de hacer frente a la crisis, pero dispuesto a los mayores dislates. Y esto es lo grave, porque el mayor contaminador de Europa, aparte la coda efectista de “la tierra no pertenece a nadie, sólo al viento”, ha decidido arruinarnos para conseguir los votos de más la izquierda y de los ecologistas.

Su apuesta por “una nueva era basada en las energías renovables” es un desastre para la competitividad, para el empleo y para el bienestar futuro de los españoles. Apuesta por las subvenciones brutales a los afines al poder –los que consiguen las concesiones- y por las energías más caras e ineficientes del planeta, mientras nuestros nuevos competidores tienen la electricidad y el gas a la mitad de precio. La “liberalización”, vocablo que en socialista significa “libertad de los monopolios para elevar los precios sin límite”, ha hecho subir el recibo de la luz un 17,5% desde julio y otro 20% a lo hará en 2010, y con la Ley de Economía Sostenible subirá otro 50%.

El cambio climático: una constante universal

El calentamiento global es la mayor estafa planetaria de los tiempos modernos. El cambio climático es una constante universal originada por numerosas variables, en las que destacan cambios en las corrientes oceánicas –si la corriente del Golfo cambiara su curso ligeramente, Europa entraría en una edad glacial- y en la radiación solar que oscila cíclicamente. Siempre lo ha habido y siempre lo habrá. En los últimos 420.000 años ha habido cuatro glaciaciones con sus periodos interglaciales, y en todos ellos la temperatura alcanzó niveles superiores a los actuales. Hace 8.000 años el desierto del Sahara era una selva, intercalada con épocas glaciales, documentada en el 2.200 a.C, que dejó a Egipto y los países de la zona al borde del hambre.

Más cerca de nosotros, en la España del Cid, en el año 1.000 los ríos españoles llevaban el doble de agua que en la actualidad, el Guadalquivir, por ejemplo, era navegable hasta Córdoba. Groenlandia estaba libre de hielos en la Edad Media. También en esa época hubo periodos cálidos en toda Europa, tanto que en el norte de Inglaterra se cultivaba la vid. En el siglo XVIII, por el contrario hubo un periodo de enorme frío, y los ejemplos son múltiples. Ninguno de estos cambios climáticos, tremendos por otra parte, ha estado causado por la actividad humana.

El estado del miedo

¿Se acuerdan ustedes del “agujero de ozono” en la Antártida, que dejaba ciegos a los pingüinos y a las focas, y que iba a destruir el mundo? Pues ni había agujero, ni dejaba ciego a nadie, ni nada de nada. Resulta que se trata de un fenómeno cíclico que se repite anualmente: al final del crudo invierno antártico, se producen una serie de reacciones fotoquímicas en la estratosfera que reducen la cantidad de ozono, en septiembre la cantidad de ozono llega a un mínimo, luego se recupera y en noviembre el “agujero” se ha cerrado. Con ésta patraña se amedrentó a toda una generación, se forraron unos cuantos y miles de activistas ecologistas vivieron del cuento.

Ahora es igual pero a gran escala, “el planeta se calienta, los hielos se derriten y asciende el nivel del mar”, es el nuevo “estado del miedo”, un camelo total. Sin embargo, el supuesto “calentamiento global” ha permitido a los vendedores del Apocalipsis y a las ideologías izquierdistas que no han aportado nada útil a la humanidad en 80 años, excepto dictadura, miseria e injusticia, crear un engaño colectivo del que se benefician extraordinariamente.

“El planeta se calienta”. Mentira, los gráficos de temperaturas medias mundiales muestran desde 2007 una bajada no una subida. En el verano de 2008, el que esto escribe estuvo en el santuario de ballenas del río San Lorenzo, cerca de Québec, y la bióloga marina que nos acompañaba nos explicó que el invierno anterior había sido el más frío que recordaba. Los jesuitas que llevan registros de la altura de la nieve caída en Québec desde hace 400 años, medirían la mayor altura en cuatro siglos.

La mayoría de las medidas de temperatura se toma en “islas de calor”, grandes ciudades y aeropuertos, también se utiliza el truco de emplear los años que convienen, y en la mayoría de los casos se realizan sin garantía alguna. En West Point, por ejemplo, con garantía de seriedad, continuidad y método, no se han producido cambios en la temperatura media en 175 años, 51ºF en 1826 y 51ºF en 2000.

Pero la prueba del nueve ha sido la realizada por unos hackers tras pillar a los “gurús” del calentamiento de la Universidad de East Anglia con el carrito de los helados. Han manipulado datos, han destruido pruebas y han silenciado o desacreditado a los disidentes. Y toda la información que utiliza la ONU y las organizaciones internacionales procede de esta fuente. Por cierto, estos mismos científicos predecían en los años 70 una nueva glaciación, pero como es mucho más rentable el calentamiento, han cambiado la predicción.

Ecoterrorismo

Este tipo de comportamientos, es lo que el conocido escritor Michael Crichton denomina “ecoterrorismo”: científicos dispuestos a modificar o manipular sus datos según las necesidades de las organizaciones que les subvencionan. Han falsificado de todo, pero lo más relevante han sido las temperaturas que no han crecido en los últimos diez años, lo que invalida totalmente la gran estafa del calentamiento. Una falsificación que no es nueva, porque es la que llevan haciendo décadas los marxista ecologistas, utilizando fotos de glaciares en verano con menos hielo, diciendo que son de invierno, o filmando desprendimientos de masas de hielo polar en verano, diciendo que es en invierno.

El CO2 en la atmósfera ha pasado de una media de 250 ppm a 385 ppm, pero en el Holoceno, hace 12.000 años, ese nivel era de 7.000 ppm, sin mediar actividad humana. De los gases emitidos por la centrales de de carbón, parte es CO2 y parte SO2, y ocurre que el SO2 refleja los rayos solares y, en consecuencia, enfría. El conjunto de emisiones contaminantes de las innumerables centrales de carbón, tenderá a enfriar y no a calentar en los próximos 20 años. Otra cosa distinta es el desastre ecológico en las zonas colindantes, pero eso no es calentamiento global, es contaminación local contra la que se debe luchar con todos los medios. Además, si hubiera un efecto invernadero, las temperaturas sólo podrían subir, y un invierno glacial como el actual sería imposible.

“Los hielos se derriten”, un camelo estratosférico. El Polo Sur, que contiene el 90% del hielo de la tierra, se esta enfriando, excepto en una pequeña zona. Las mediciones con radar de banda lateral muestran que la masa de hielo de la Antártida oeste crece al ritmo de 26,8 gigatoneladas año, y el hielo marino antártico dura ahora 21 días mas que en 1979. Hace dos años se produjo el invierno mas frío en 100 años en el hemisferio sur, hasta nevaría en Buenos Aires.

Y ya, la repanocha de la tomadura de pelo, llega cuando se afirma que “asciende el nivel del mar” ¿Dónde asciende? Cualquiera que viva o vaya habitualmente a la playa podrá comprobar la absoluta falsedad de la afirmación, no ha subido ni un centímetro en 60 años, y en 100 si miramos fotos antiguas de nuestras playas ha bajado. Si el deshielo fuera cierto, el nivel del mar habría crecido un metro o dos, y todas esas playas habrían desaparecido, entonces ¿qué trolas nos cuentan? Por ello, no se dejen engañar, crean solo lo que ven sus ojos, no hay más cambio climático que el natural.

¡ FELIZ NAVIDAD Y LO MEJOR PARA 2010 A TODOS!

(*) Catedrático de Economía de la Escuela de Minas de la UPM

jueves, 19 de noviembre de 2009

Buena noticia

En un país en el que en función del seso del que comete el delito este se castiga de una forma o de otra. En el que si tienes 17 años estás libre ante la justicia de las culpas en las que pudieras incurrir si cometes una fechoría. En el que está peor visto fumarse un cigarro que abortar, y en el que reprender a un hijo o darle un cachete en el culo, está penado con cárcel, a quien le extraña que ante el final del secuestro del famoso “Alakrana” estemos todos tan contentos. Se ha pagado lo que los piratas pedían o más y ya está. Secuestro perfecto. El secuestrador siempre aspira a conseguir el rescate y a no tener que matar. Y mientras tanto el secuestrado a recuperar su libertad sin sufrir ningún daño, pues eso… Ya iba siendo hora que este gobierno nos diera una alegría a los españoles. De la misma manera que tenemos el día del orgullo gay, el de la mujer trabajadora y el del niño, yo propongo que se instaure el día del pirata feliz, total por unos pocos euros más nos traemos unos cuantos delincuentes somalís y los hacemos desfilar por la Castellana subidos en unas bonitas carrozas tirando confeti y caramelos a los viandantes. ¡Pero cuidado! Que no pasen por la puerta de las Cortes a la hora en que salen los ministros y ministras socialistas, no nos vayamos a equivocar entre unos y otros y pasada la fiesta deportemos a algún ministro o ministra, sería tan fácil… y tan buena noticia.



miércoles, 18 de noviembre de 2009

Perfecto sentido


El mono se sentó sobre la pila de piedras

y miró el hueso roto en su mano.
Los compases de un cuarteto vienés
sonaban por todo el lugar.
El mono levantó la vista hacia las estrellas,
y pensó
"la memoria es algo raro,
la historia es para los tontos"
Y se lavó las manos
en un estanque de escritura sagrada.
Le dio la espalda al jardín,
y se dispuso a partir al pueblo más cercano.
Hay que aguantar, soldado.
Cuando uno hace las cuentas,
las lágrimas y el caracú,
hay un poco de oro,
y un poco de orgullo en cada línea de la contabilidad.
Y los alemanes mataron a los judíos,
y los judíos mataron a los árabes,
y los árabes mataron a los rehenes,
y ésas son las noticias.
¿A alguien le sorprende
que el mono esté confundido?
Dijo "Mamá, mamá,
el presidente es un tonto.
¿Porqué tendría yo que seguir leyendo
estos manuales técnicos?"
Y los jefes de la junta,
y los agentes de bolsa de Wall Street dijeron
"No nos hagas reír,
Tú eres inteligente muchacho
El tiempo es lineal,
la memoria es algo raro,
la historia es para los tontos,
el hombre es una herramienta en manos
del gran Dios Todopoderoso"
Y le dieron para que maneje
un submarino nuclear
y lo mandaron de vuelta a buscar
el Jardín del Edén.



¿No te das cuenta?
Que todo tiene perfecto sentido
Expresado en dólares y centavos
Libras, chelines y peniques?
¿No te das cuenta?
Todo tiene perfecto sentido
La pequeña alma negra perfectamente enfocada
En la mejor hora en las noticias de las nueve
Querida, ¿está el nene calientito en la cama hoy?
Hola a todos, soy Marv Albert
Y bienvenidos a nuestra emisión
En vivo desde el Memorial Stadium
Es un precioso día
Y esperamos que haya un sensacional encuentro
Pero primero nuestro himno global
¿No te das cuenta?
Todo tiene perfecto sentido
Expresado en dólares y centavos
Libras, chelines y peniques?
¿No te das cuenta?
Todo tiene perfecto sentido
Y aquí están los jugadores
Mientras les hablo, el capitán
dirige la cruz de la mirilla contra la torre de perforación
Me parece como que va a atacar
Por cierto, ¿sabían que un capitán
de submarino gana 200.000 dólares al año?
Oh, eso es salvo impuestos Marv, salvo impuestos
Uh, gracias Emery, de nada.

Ahora volvamos al juego, dispara uno, sí
Ahí van dos, ambos torpedos han salido
La torre adopta una defensa preventiva
¿Crees que lo conseguirán? Yo no lo creo
¿No te das cuenta?
Todo tiene perfecto sentido
Expresado en dólares y centavos
Libras, chelines y peniques?
¿ Puedes ver?

¿No te das cuenta?


martes, 12 de mayo de 2009

Adios amigo

Quiero despedir a un músico grande, fallecido en el día de hoy. No pudiste soportar la muerte de tu compañera Marga, y te bebiste la vida de un solo trago. Adios Antonio Vega, tu música siempre me ayudó. Descansa en paz y gracias.

lunes, 4 de mayo de 2009

Problema de lógica

Mi amigo Juan de Dios, me plantea un problema de lógica, que teniendo en cuanta como es él, intuyo que será difícil, pero al menos su solución será seria. (Él es licenciado en Ciencias Exactas). Tras un tiempecillo dándole vueltas llego a dos posibles soluciones. Pero como el problema es bonito no me resisto a reflejarlo aquí, tómate tu tiempo y estoy seguro que lo solucionaras. El problema es:

Un hombre tiene en su casa un reloj de pared, que le da la hora habitualmente, estamos en el siglo XVIII, es decir no hay televisiones, ni móviles, ni radio ni cosas por el estilo. Este hombre le daba cuerda todos los días, pero uno de ellos, se le olvidó. Cuando se levantó se dio cuenta que el reloj estaba parado. No tenia hora en la casa, así que salió, fue a casa de un amigo que vivía a una distancia considerable, y en casa de este, vio la hora pues tenia un reloj parecido al suyo, permaneció en casa de su amigo un tiempo indeterminado y regreso a su casa, cuando llego, puso su reloj en hora de una manera exacta. ¿Cómo hizo esto?.


miércoles, 29 de abril de 2009

Especificaciones técnicas hechas con… el culo


Muchos de los aspectos más modernos de nuestra vida están condicionados por el pasado. En los trasbordadores espaciales Challenger y Discovery, podemos apreciar dos depósitos auxiliares de combustible además del principal. Se fabrican en el estado de Utah. Los ingenieros que los diseñaron, hubieran preferido que fueran mayores, pero no pudo ser así porque se tenían que trasportar por tren hasta la base de lanzamiento. La línea férrea entre la fabrica de Utah y Cabo Cañaveral, circula a través de un túnel que no permite el paso de depósitos de mayor tamaño. Pero ¿Por qué el túnel tiene estas dimensiones tan estrechas? La anchura de los túneles viene determinada por la anchura del tren y este tiene relación directa con la separación de los raíles. La distancia estándar entre los raíles en USA es de 4 pies y 8,5 pulgadas, es decir 1,40 mts. Esto es así, porque los ferrocarriles norteamericanos se construyeron igual que los británicos, por ingenieros ingleses que pensaron que era una buena idea, ya que permitiría usar locomotoras inglesas para aprovechar la sinergia. Pero ¿Por qué los ingleses construyeron ferrocarriles de esta forma? Porque las primeras líneas de ferrocarril fueron construidas por los ingenieros que construyeron los tranvías, que ya utilizaban esta medida, pero ¿por qué esta distancia en los tranvías? Porque los constructores de tranvías eran los mismos que anteriormente construían carros y utilizaban los mismos métodos y las mismas herramientas. Pero ¿Por qué los carros utilizaban esta medida estándar entre ejes? Porque en toda Europa las roderas en los caminos estaban ya marcadas y cualquier otra medida hubiese causado la rotura de los ejes de los carros. Pero ¿Por qué las roderas tenían la misma separación entre los ejes? Por que los caminos se remontaban a tiempos de los romanos para facilitar el desplazamiento de las legiones. Pero ¿Por qué los romanos adoptaron la medida exacta de 1,40 mts para las roderas? Porque los carros romanos estaban tirados por dos caballos, y estos galopando uno al lado del otro debían tener la suficiente separación para no molestarse y con el fin de mejorar la estabilidad del carro, las ruedas no debían coincidir con las pisadas de los caballos y a la vez no estar demasiado separadas para no causar accidentes cuando dos carros se cruzaran.

Ya hemos encontrado respuesta a la pregunta inicial. El tamaño de las vías en los ferrocarriles americanos viene determinada porque 2.200 años antes, en otro continente los carros romanos se habían construido bajo las dimensiones del culo de los caballos. O sea que el depósito de combustible del trasbordador espacial guarda relación directa con el culo del caballo romano.



lunes, 27 de abril de 2009

La Muerte ¿Es progreso?

Estoy leyendo, en ratos libres, un libro realmente impactante. Se titula ‘Seducidos por la muerte’, ha sido editado por Planeta y lo ha escrito el doctor Herbert Hendin, consejero delegado y director médico de Suicide Prevention International y catedrático de Psiquiatría en el New York Medical College.

Hendin es un experto mundial en prevención del suicidio y ha viajado a Holanda para comprobar ‘in situ’ cuál es el resultado de la aplicación de la ley permisiva con la eutanasia y el suicidio asistido. Ha entrevistado a médicos, pacientes y enfermeros. Ha estudiado a fondo los datos oficiales sobre muerte terminal. Y ha extraído sus conclusiones.

Pues bien. Sus análisis e informes han sido utilizados por el Tribunal Supremo norteamericano para declarar que no existe el derecho constitucional al suicidio asistido.

Estas son algunas de las ideas que he sacado del libro:

  • [Tras su visita a Holanda] “La aceptación de la eutanasia ha llevado a que se descuide el desarrollo de los cuidados paliativos. La eutanasia, que se había propuesto como solución necesaria para unos pocos casos extremos, se ha convertido en una manera casi rutinaria de tratar la ansiedad, la depresión y el dolor en pacientes graves o terminales”.
  • “Lo que he visto en Holanda y Estados Unidos me ha convencido de que hay que evitar la legalización de la eutanasia porque los cuidados paliativos se descuidarían y empeorarían”.
  • “Es imposible regular la eutanasia. Saqué esta conclusión de los informes del gobierno holandés, de hablar con los investigadores que los hicieron, y de los casos que me presentaron. El hecho de que el reconocimiento legal crea un clima cultural que favorece la desobediencia a cualquier normativa es algo que queda bien reflejado en que el 25 por ciento de los médicos reconocen haber dado medicinas para acortar la vida sin el consentimiento de los pacientes”.
  • “Pocos médicos saben que es posible eliminar todos los dolores con cuidados paliativos adecuados, si se incluye la sedación en los casos necesarios. Cuando se dan cuenta de esto, la mayoría de los médicos prefieren esos métodos”.
  • “Los defensores de la eutanasia han exagerado el número de médicos que la practican, y dicen que hay que legalizarla para así poder regularla. El argumento no parece muy convincente: ¿hay que cambiar la ley simplemente porque no se respeta?, y ¿qué nos hace pensar que los que ahora no cumplen la ley después van a respetar las normas que entonces se propongan? La experiencia de Holanda nos indica más bien que la legalización crea un clima favorable a la desobediencia a las normas”.
  • “Tenía curiosidad por saber cómo reaccionaría Eugene Sutorius [célebre abogado defensor de médicos en casos de eutanasia] al decirle que miles de pacientes lúcidos y no lúcidos eran llevados a la muerte sin su consentimiento. Cuando se lo comenté me dijo que había momentos en los que los médicos sentían que tenían que actuar porque los pacientes o las familias no podían hacerlo. Sabía de un caso en que un doctor había puesto fin a la vida de una monja unos días antes de que hubiera fallecido por muerte natural porque tenía muchos dolores y el médico sabía que las convicciones religiosas de la monja no le permitían pedir la eutanasia. Sutorius no encontró ningún argumento, sin embargo, cuando le pregunté por qué no se le había permitido a la monja morir de la forma en que quería”.


Es increíble esto... ¿Y cómo este tipo de investigaciones y estudios no aparecen nunca en la prensa?. Pues.. muy sencillo. Estas informaciones no salen en la prensa porque hay una intensa campaña en favor de legalizar la eutanasia. Ello exige presentarla como una demanda social extendida, para lo cual se muestran como si fueran habituales casos excepcionales y numéricamente irrelevantes. En paralelo, es imprescindible ocultar cualquier dato que contradiga lo opinión que nos quieren imponer. En España se lleva haciendo así habitualmente desde hace 30 años en muchos asuntos: divorcio exprés, aborto, eutanasia, educación, enfoque de género, pacifismo, energía nuclear...


viernes, 13 de marzo de 2009

De sabandijas y septimo arte

Preocupantes son las cifras del mercado cinematográfico español en 2008, difundidas ayer por el Ministerio de Cultura, ratifican la crisis del sector. Bajan el número de espectadores totales, y el cine español tiene una caída de 1,4 millones. Pero estas son absolutamente comprensibles si entendemos que el cine patrio lejos de ser una industria que busca la calidad y que premia el trabajo bien hecho, se nutre de la teta nacional, que son las subvenciones, dadas, indiscriminadamente y sin ninguna supervisión sobre el pelaje de lo que se realiza. Actualmente el importe que se destina a subvenciones, es superior a lo que se recauda en taquilla. Esto ya da una imagen nítida, sobre lo que estoy tratando de explicar. Eso si, los actores, actrices, autores, directores, guionistas, argumentistas, libretistas y demás gentecilla que vive y se desarrolla en el ambiente pseudo-cinéfilo-artístico, jamás han conseguido tantos premios como este año. Es como si se dedicaran a premiarse unos a otros sin parar, en una rueda en la que: “hoy te toca a ti, pero tu mañana me premias a mi”. Sencillamente patético.

Si alguien quiere ver lo que se puede hacer con un presupuesto realmente bajo y una gran dosis de talento y agudeza, yo recomiendo que veais la pelicula de Clint Eastwood, "El gran Torino", de reciente estreno. Sencillamente genial.

Mientras, el ínclito, progre de diseño, Ramoncin, cuyos logros pasados son autodenominarse “el rey del pollo frito” haciendo una charanga de mortífera calidad, y su logro actual es vanagloriarse de lo mucho que recauda la SGAE, desde que ocupa un excelentemente bien remunerado puesto en su junta directiva, nos amenaza con la salida de un nuevo disco. No te preocupes, Ramón, nadie lo comprará en el top-manta. Tampoco ahí.

martes, 3 de marzo de 2009

Lobo


Lobo, es el apodo de un amigo. Él, no haciendo honor a su nombre, vive solo, trabaja, cocina para si mismo, bebe cerveza copiosamente y presume de duro con los demás. Pero los que lo conocemos bien, sabemos que es un trozo de pan, con un corazón más bien tierno. Resulta, que hace algún tiempo vio la película "La milla verde", y desde entonces anda buscando una rata, si una rata común, para poderla llevar en el bolsillo, sacarla delante de los amigos, y que esta coma en su mano. Algo tan simple lo haría feliz. Me lo contó este viernes pasado con voz triste y mirando a la nada. Me pasé toda la mañana del sábado buscando la dichosa rata, por todas las tiendas de animales de Getafe. Al final la encontré.




Reencuentro



Felipe vino a verme aquella noche, la noche que nos íbamos a ir, me dijo que si tú te ibas, él se moriría… era mi hermano. ¿Has sido feliz con él, verdad? a pesar de todo.
Bueno, digamos que tuvimos una vida tranquila y ahora de vez en cuando lo echo de menos. ¿Y tú?
Me casé, pero solo duró cinco minutos… no eras tú.
¿Qué es esa cajita, que traes?
Es un regalo para ti... un pijama.
Ella abrió la caja lentamente... esta contenía un frasquito de "Channel nº 5".


sábado, 21 de febrero de 2009

Antes nos moriamos mejor


Antes nos moríamos de otra manera. Salvo accidentes, guerras e imprevistos, los españoles decían adiós muy buenas en el dormitorio de su propia casa y, según las esquelas de ABC, tras larga y dolorosa enfermedad. Eran los nuestros unos óbitos dignos y meridionales, con la familia alrededor, los hijos diciendo papá no te vayas y las vecinas rezando el rosario en la cocina, entre copita y copita de anís del Mono y agua de azahar. Se oía una campanilla, llegaba el cura rezando latines, y una de dos: el agonizante decía pase usted padre, con cristiana serenidad, o lo mandaba a freír espárragos con la mujer y las hijas diciéndole hay que ver, Paco, papá, como eres, te vas a condenar. Morirse en España era morirse uno en cama como Dios manda, protagonista del último acto de su vida, libre de aceptar o rechazar los santos óleos, bendecir a la progenie o, llegado el momento supremo, incorporarse un poco sobre la almohada y decirles a los deudos con el último suspiro eso tan satisfactorio y tan castizo de podéis iros todos a la mierda.

Además, era instructivo para los niños. Ahora los quitan de en medio en el acto, no sea que vayan a traumatizarse con el espectáculo, y así salen después los nenes, creyendo que no van a morirse nunca y que la enfermedad y el dolor son cosa exclusiva de los bosnios y los negritos de Ruanda. Al abajo firmante le dejaros de fumar casi todos los ancestros en casa, y recuerdo perfectamente a dos, llevándome de la mano para darle un último beso al abuelito y a la abuelita cuando ya estaban tiesos como la mojama. A otro abuelo ayude a amortajarlo personalmente con quince años, y recuerdo que mi padre le quitó de la solapa el clavel chulapón que yo, en un exceso de celo, le había puesto buscando un póstumo toque elegante.

El caso es que, claveles aparte, no me quedó ningún trauma, sino todo lo contrario. Todo aquello tenía algo de solemne, de lección de vida y de aprendizaje.

Pero la muerte ya no es lo que era. Ahora vas y te sientes un día un poco pachucho, el yerno te lleva al hospital en el Opel Corsa, y de allí ya no sales. Como si acabaras de caer en una trampa, te ponen un pijama, te llenan de tubos, una enfermera cuarentona pero de buen ver te dice tranquilo, abuelo, esto no es nada, y te pasas la agonía mirando al techo blanco de la habitación de la clínica, con la familia llorosa yendo a verte de cuatro a cinco, y los parientes lejanos de tu vecino de cama, que palmó ayer por la tarde, equivocándose de visita y despertándote en mitad de la siesta para decir qué buena cara tienes, tío Mariano, sin saber que al tío Mariano le enterraron a las doce. Si duras lo suficiente tendrás varios vecinos de cama: desde el que no te deja dormir por las noches con la tos hasta ese otro con el que haces amistad y su mujer, una santa, te da conversación, y hasta se ofrece a traerte la chata o el lagarto para que te alivies por las noches. Eso es lo bueno de los hospitales: que mientras te mueres, conoces gente.

Y después, que ésa es otra, viene lo del tanatorio. Porque antes llegaban los del Ocaso, S.A. a casa y te ponían en una caja de pino, recién afeitado, con el traje de los domingos que sólo te faltaba en el bolsillo el cigarro puro y la entrada para ir a los toros, y después se iban congregando los vecinos y los amigos en el vestíbulo, y la escalera, y la calle, antes de que te sacaran hombros, por muy mal que lo hubieras hecho, para conducirte solemnemente a tu última morada, con las hijas diciendo que no se lleven a papá y una corona con la inscripción: Tus compadres de mus no te olvidan.

Ahora, sin embargo, ponen un biombo mientras te amortajan con una sábana del hospital y te sacan discretamente, a escondidas, como si palmarla fuera algo vergonzoso, y te llevan a toda prisa al tanatorio donde hay ocho o diez funerales a la vez, y la gente llega y pregunta éste es el entierro numero diez, y le contestan no, éste es el numero ocho, el diez es la puerta quince, allí donde llora esa señora. Y aquello ni es funeral ni es nada, todo el mundo mirando el reloj porque hay que desalojar la sala a la hora justa, música de casettes que un día igual se equivocan y te ponen a los Ronaldos mientras el cura –con sandalias y camiseta- despacha el requiéscat con dos mantazos y media estocada. Y para postre, el nicho tiene tu nombre con las letras pegadas de rotulit de ese, que se caen a los tres días, y encima el yerno sugiere que pongan tu foto. Y allí te quedas, en óvalo, mirando al personal con cara de panoli cada uno de noviembre, cuando vienen a cambiarte las flores de plástico.




miércoles, 4 de febrero de 2009

Fuego de invierno

Ocurrió hace un par de días, de la forma más tonta. Era muy temprano, una de estas mañanas en que el frío parte las piedras en la sierra de Madrid, con el suelo cubierto de una costra de escarcha helada. Me había puesto un chaquetón y una bufanda e iba a comprar el pan y los periódicos a la tienda, que es la única que hay cerca y tiene un poco de todo, desde pan Bimbo hasta el Diez Minutos o tabaco. Está junto a la iglesia, que es pequeña y de granito. Don José, el párroco, pasa por la tienda cada mañana después de misa de ocho, a comprar el ABC. Siempre charlamos un poco sobre la vida, sobre las ovejas de su rebaño, y sobre la mies, que es mucha y cada vez más perra. Por lo general la gente llega a la tienda, compra lo suyo y se va; yo mismo suelo quedarme el tiempo justo para pedir lo mío y pagar. Pero el otro día era tanto el frío que el tendero había hecho una hoguera en la calle con algunos troncos y ramas, y estaba allí el hombre, calentándose. También estaban don José con su boina puesta y un par de viejos albañiles que trabajaban en una obra cercana. Y los pocos clientes que íbamos llegando a esa hora nos demorábamos junto a las llamas, extendiendo las manos ateridas. Y se estaba en la gloria.

Parece mentira lo que hace un buen fuego. Nadie tenía prisa en irse. Algún cliente de los que aparecen a llevarse el pan y no dicen ni buenos días se quedaba por allí, charlando. El pater se puso a evocar los tiempos en que él era cura jovencito y rural en un pueblo perdido de Navarra, cuando tenía que ir en mula por caminos nevados y daba los óleos junto a la chimenea de la cocina. Por mi parte, hablé de la mesa camilla de mi abuela, el brasero y el picón que me mandaban a comprar a la carbonería, y del día en que oí por radio la muerte de Pío XII. Uno de los albañiles rememoró su infancia en el monte como pastor, y detalló cómo sin saber contar más que hasta cinco, llevaba un minucioso registro de ovejas a base de pasar grupos de cinco piedrecitas de un bolsillo a otro. El caso es que todo aquello desató un torrente de confidencias, y al cabo de un rato estábamos allí charlando en una deliciosa tertulia improvisada en torno al fuego, gente que llevábamos años cruzándonos con un escueto buenos días y sin conocernos, y sabíamos de pronto más de unos y otros, en cinco minutos, de lo que habíamos sabido nunca.

Hogar viene de fuego, recordé. Del latín focus y de lar; dios familiar, fuego de familia, la cocina en torno a la que se ordenaba la convivencia. Para el ser humano, enfrentado al miedo y al frío de un mundo exterior que siempre fue mucho más difícil que ahora, el fuego significó tradicionalmente seguridad, compañía, supervivencia. En buena parte de las sociedades modernas ese concepto ha desaparecido; e incluso en fechas como éstas, inconcebibles ya sin la palabrería falsa y el cinismo mercanchifle de los grandes almacenes, la gente no se agrupa en torno a la cocina o a la chimenea, ni siquiera en torno a una mesa de camilla mirándose unos a otros a la cara, conversando, sino que guarda silencio en sofás y sillones mirando al frente, todos en la misma dirección: la del televisor. Y sin embargo, los viejos mecanismos, los reflejos atávicos, siguen ahí todavía. Y a veces, de pronto, en mitad de toda esta narcotizante parafernalia de la electrónica y el confort, basta un día de frío, un fuego casual que aviva la memoria genética de otros tiempos y otra forma de vida, para que los hombres vuelvan a sentirse humanos, solidarios. Para que se acerquen unos a otros, observen alrededor con curiosidad y de nuevo se miren a la cara. Para que evoquen juntos y descubran que esos fulanos que pasan sin apenas saludarse tienen una larga y azarosa historia en común, que los une mucho más que todas las cosas que los separan. Seguía llegando gente, y todos se acercaban a calentarse al fuego. Un tipo con un BMW ostentoso y chaqueta de caza, que siempre me ha parecido un perfecto gilipollas, contaba emocionado cómo su madre le calentaba la sopa cuando tenía gripe y se quedaba en la cama en vez de ir al cole. Es simpático este capullo, terminé pensando para mi coleto. El albañil que había sido pastor cuando niño ofrecía tabaco, y la gente lo encendía con rescoldos de la hoguera. Ni siquiera el tendero tenía prisa por ir a cobrar.

“Ojalá hubiera más hogueras, pater” le comente a don José mientras extendía mis manos hacia el fuego, cerca de las manos de los otros. Y el viejo párroco se reía: “A mi me lo vas a contar, hijo. A mi me lo vas a contar”.