lunes, 28 de enero de 2008

Crítica de Cine - Disparando a Perros


Ficha Técnica


Dirección: Michael Caton-Jones.
Países: Reino Unido y Alemania.
Año: 2005.
Duración: 115 min.
Género: Drama, Historia
Interpretación: John Hurt (padre Christopher), Hugh Dancy (Joe Connor), Dominique Horwitz (capitán Charles Delon), Clare-Hope Ashitey (Marie), Nicola Walker (Rachel), Louis Mahoney (Sibomana), David Gyasi (François), Jack Pierce (Mark), Steve Toussaint (Roland), Victor Power (Julius).
Guión: David Wolstencroft; basado en un argumento de Richard Alwyn y David Belton.
Producción: David Belton, Pippa Cross y Jens Meurer.
Música: Dario Marianelli.
Fotografía: Ivan Strasburg.
Montaje: Christian Lonk.
Diseño de producción: Bertram Strauss.
Vestuario: Dinah Collin.
Estreno en Reino Unido: 31 Marzo 2006.
Estreno en España: 13 Abril 2007.


Crítica


Bueno, pues va de perros. Pero ahora solo por coincidencia con el titulo de la película, “Disparando a perros”, este film, esta basado en los tristes días del levantamiento Hutú contra la etnia Tutsi, en Ruanda.


Es la crónica de una barbarie anunciada, que se produjo ante la mirada impasible, e inoperante de la sociedad internacional. Pone énfasis especial, en la incapacidad de la ONU, para solventar problemas humanos, de carácter genocida, como si la maquinaria de protección a minorías necesitase, de cierto tiempo y protocolo para evitar grandes masacres humanas.


El hecho de estar filmada en los mismos parajes en que se produjo la verdadera historia, la confiere un carácter semi-documental. Aunque tiene gran importancia el elemento intimista de algunos de sus personajes. Gran interpretación del veterano actor John Hurt, que da vida a un sacerdote concienciado profundamente, con las causas humanas y divinas. Salvable pero mucho menos creíble la aportación del joven actor Hugo Dancy, en su papel de profesor de escuela destinado en África. Del director, Michael Caton-Jones, (Instinto Básico 2, Rob Roy, y una decena más de películas menores) poco puedo comentar, se limita a defender con dignidad la cámara, ahorrándonos, eso si, la violencia explicita, en la que muchos otros pudieran haber caído, tratando un tema fácil para el gore barato.


Película recomendable en general, no aconsejable para personas que busquen violencia gratuita y cine de entretenimiento. Es más bien una ácida crítica al mal funcionamiento de las autodefensas humanas contra la barbarie y el envilecimiento de las masas. Puntuación personal: 7.

(Jesús Soto)

martes, 22 de enero de 2008

Diario de un perro

Este cuento, que circula por la red, (no sé quien es el autor). La primera vez que lo leí, me dejo en un estado de postración y culpabilidad, si, culpabilidad, por pertenecer a un género, el humano, que a pesar de tener grandes cualidades, tiene en algunos casos el alma muy enferma. Reconozco, que alguna lagrima me costo, espero que a ti te pase lo mismo, es la mejor señal de que no perteneces al grupo que acabo de mencionar.


Una semana: Hoy hace una semana que he nacido. Qué alegría haber llegado a este mundo.

Un mes: Mi mamá me cuida muy bien. Es una mamá ejemplar.

Dos meses: Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta y con sus ojos me dijo adiós. Espero que mi nueva familia humana me cuide tan bien como ella me ha dicho que harán.

Cuatro meses: He crecido rápido, y todo me llama la atención. Hay varios niños en la casa que para mí son como hermanitos. Somos todos muy inquietos, ellos me tiran del rabito y yo les mordisqueo jugando. Nos divertimos mucho.

Cinco meses: Hoy me regañaron. Mi ama se molestó porque me hice pipí dentro de casa, pero nunca me habían dicho dónde hacerlo. Además duermo en un cuartito...y ¡ya no aguantaba más!

Ocho meses: Soy un perro feliz. Tengo el calor de un hogar, y me siento tan seguro, tan protegido...Mi familia humana me quiere y me deja hacer muchas cosas. Cuando están comiendo yo les pido algo y siempre me lo dan. Y el jardín de casa es estupendo, y puedo escarbar como mis antepasados los lobos, escondiendo la comida. Creo que nunca hago nada mal porque nunca me dicen nada...

Doce meses: Hoy cumplí un año. ¡Soy un perro adulto! Mis amos dicen que crecí más de lo que ellos pensaban. Seguro que se sienten orgullosos de mí...

Trece meses: Que mal me sentí hoy. Mi hermanito, uno de los niños, me quitó la pelotita. ¡Yo nunca le quito sus juguetes! Así que se la quité, pero mis mandíbulas se han hecho fuertes y le hice daño sin querer. El gritó y lloró y yo me sentí muy triste. Después del susto me encadenaron casi sin poder moverme. Hacía mucho sol y tenía mucho calor y no había agua cerca...Y les oí decir que iban a tenerme en observación o algo así, y que soy un desagradecido. No entiendo nada.

Quince meses: Ya nada es igual. Vivo en la azotea y me siento muy solo. No se por qué mi familia ya no me quiere. A veces se les olvida que tengo hambre y sed, y cuando llueve no tengo ningún techo para cobijarme.

Dieciséis meses: Hoy me bajaron de la azotea. Me puse muy contento de que me perdonaran, y daba saltos de gusto, y movía el rabito como nunca. ¡Y además me van a llevar de paseo! Monto en el coche y espero a ver a dónde me llevan, tengo muchas ganas de correr y jugar con mi familia. Paramos, abrieron la puerta y yo me bajé feliz. Estábamos en la carretera, al lado de un campo y pensé que pasaríamos un día estupendo. No entiendo por qué cerraron la puerta y se fueron. ¡Esperadme!, les grité, ¡Os olvidáis de mí! Corrí detrás del coche con todas mis fuerzas, muy angustiado, iba viendo que no podría alcanzarles, que no podía correr más y el coche se iba haciendo pequeñito. Me habían olvidado.

Diecisiete meses: He intentado encontrar el camino para volver a casa y no lo he conseguido. Estoy perdido. A veces me encuentro con gente buena que me mira triste y me da algo de comer. Yo les doy las gracias con la mirada, y les digo que querría que me adoptaran, que les prometo ser leal como nadie...pero sólo dicen "pobre perrito, se debe haber perdido". Y se van y me dejan sólo otra vez.

Dieciocho meses: Es otro día pasé por un colegio y ví a muchos niños como mis antiguos hermanitos. Me acerqué y un grupo de ellos, riéndose, me lanzó una lluvia de piedras, "a ver quien tiene mejor puntería", decían. Una de las piedras me dio en un ojo y ya no veo con él.

Diecinueve meses: Ahora ya no se me acerca casi nadie, creo que es porque ya no soy un perro bonito. Estoy muy flaco, perdí mi ojo, tengo alguna herida de algún perro más fuerte que me mordió cuando intentaba comer y hace mucho que nadie me cepilla el pelo. La gente no me acaricia. Últimamente lo que abundan son los escobazos que me dan cuando intento dormir un poco a la sombra de alguno de sus porches.

Veinte meses: Casi no puedo moverme. Hoy intenté cruzar la calle por donde pasan coches y uno me atropelló. Aunque yo creo que estaba en un lugar seguro...y no olvidaré la mirada de satisfacción del conductor que hasta se ladeó con tal de darme...Si me hubiera matado...pero que va, sólo me dislocó la cadera y el dolor es horrible. Mis patas traseras no se movían, así que con mucha dificultad me arrastré hacia el borde del camino, donde había un poco de hierba.

Llevo diez días bajo el sol, la lluvia y el frío, sin comer. Ya no me puedo mover nada, el dolor es insoportable. Me siento muy mal, cuando llovió se hizo un charco donde yo estaba y como no podía moverme estuve mojado muchísimo tiempo, y creo que mi pelo se está cayendo. Alguna gente pasa sin verme, otros me dicen "no te acerques"...¡pero si ni me puedo mover!

Ya casi estoy inconsciente, pero una fuerza extraña me hizo abrir los ojos. Una mujer muy dulce me decía "pobre perrito, cómo te han dejado". Junto a ella venía un señor de bata blanca, que empezó a tocarme y dijo "lo siento señora, pero esto ya no tiene solución, es mejor que deje de sufrir". A la señora se le saltaron las lágrimas y asintió, y como pude, moví el rabito agradeciéndole que me ayudara a descansar. Sentí un pinchazo de la inyección y me dormí mientras ella me acariciaba la cabeza, pensando porqué tuve que nacer si nadie me quería.

lunes, 21 de enero de 2008

Pensamientos

  • Cuando estás al borde del precipicio, la única manera de avanzar es dar un paso atrás.
  • Si lo que amas no está a tu alcance, si puedes, deja de amarlo, y si no, deja de pensar en ello.
  • Las catástrofes, nunca vienen solas. Detrás siempre viene la Cruz Roja.
  • ¿Por qué la ciencia explica que el cielo es azul por el reflejo del mar, y el mar es azul por el reflejo del cielo?
  • Suicidarse, es el acto malvado siempre. Porque acabas con la vida de tu peor enemigo.

miércoles, 16 de enero de 2008

Frases filosofía y cine

“¡Qué poca nostalgia del Paraíso!” - Filósofo alemán Botho Strauss, después de ver una película de Tarantino.


"La filosofía no debería presuponerse como algo perfectamente definido antes del surgimiento del cine". – Filosofo argentino Julio Cabrera.


“Yo me adhiero a la filosofía europea de la vida: mis prioridades son el vino, las mujeres y... bueno, eso es todo: vino y mujeres”. – Alfie – 2004 – Charles Séller.


“Hubieras gozado más de la vida despreocupándote de la eternidad. En este último instante, goza al menos del prodigio de vivir en la realidad tangible antes de caer en la nada” El Séptimo Sello – 1957 – Ingmar Bergman.


“Al borde de la vida el miedo nos hace crear una imagen salvadora y esa imagen es lo que llamamos Dios” El Séptimo Sello – 1957 - Ingmar Bergman.


“Dijo Platón que los buenos son los que se contentan con soñar aquello que los malos hacen realidad.” – Memento – 2000 – Christopher Notan.

martes, 15 de enero de 2008

Pasar a otra vida

Cuando despertó en aquella habitación, lo primero que sintió fue un agudo dolor de cabeza, como si algo penetrante le traspasara las sienes, mecánicamente, se sujetó ambos lados de la cabeza, apretando con las palmas de sus manos, como si así evitara que esta fuera a explotar. Miró a su alrededor, estaba en una habitación de pequeño tamaño, en la que no había ningún mueble, y que casi le deslumbraba por su absoluto color blanco. Todo limpio, exageradamente limpio, impoluto diría yo.

No se oía ningún ruido, por la puerta, semi-abierta, se podía adivinar un exterior más luminoso aún. – ¿Pero donde estoy?, ¿Cómo he llegado aquí?-, se preguntó sin abrir los labios. Apenas si se podía mover del lecho donde estaba tendido. Todo su cuerpo se negaba a obedecer los impulsos que le enviaba el cerebro, al mismo tiempo que con cada intento de desplazamiento sentía un fuerte dolor en el músculo que había deseado activar.

Oyó pasos fuera, abrió la boca para gritar, pero solo expulso un débil susurro entrecortado:

- Oiga, ¿Hay… Hay alguien ahí? –paso un rato que le pareció infinito, hasta que súbitamente, asomó una cabeza, por el hueco que dejaba la puerta entreabierta. Pertenecía a un hombre de edad aparentemente senil y extremadamente delgado, de escasa estatura, este con mirada penetrante y ojos muy abiertos, le espetó:

- ¡Hombre, ya estás aquí!, al final todos acabamos llegando.

- ¿Qué es esto?, ¿donde estoy?, ¿tu quien eres?

- Todos dicen lo mismo cuando llegan aquí, no eres nada original. Ya te lo explicará el jefazo..., si, el de las barbas, con su corte celestial, pero cada cosa en su momento. Yo soy Diógenes de Sinope, y me voy, porque estoy buscando a Alejandro Magno, pues le debo disculpas y una explicación, cuando me quitó el sol, reconozco que aquella vez fui muy brusco con él.

- ¿Diógenes?, ¿Alejandro Magno?, ¿Cómo que..?.

Y sin dejarle decir nada más, el viejo hombre dio media vuelta y salió por la puerta con paso firme y decidido. –Absolutamente sorprendido y sin saber que pensar ni que decir-, apoyó la cabeza sobre lo que parecía una almohada.

De repente como si se le hubiera encendido una luz en el cerebro, abrió los ojos de par en par, y sintió pánico sobre lo que le vino a la mente. ¡Claro!, ahora lo entiendo, estoy muerto, esto es el cielo o algo parecido. Intento recordar que había pasado, pero fue inútil, ¿y ahora?, ¿como será todo esto? ¡El Jefe de las barbas, y su corte celestial!… ¿será verdad todo lo que nos han dicho sobre el juicio ?,

Un rostro joven y angelical, asomo por el resquicio de la puerta mirándole fijamente.

- ¿Cómo estás?

-¿Esto es el cielo, verdad… o tal vez el purgatorio?

-No, esto es un manicomio.

(Jesús Soto)

Tambien esto es sensibilidad

En otro post, me preguntaba, ¿que es la sensibilidad?. Bien, creo que tiene muchas facetas, y que todo lo que es capaz de emocionarte, la tiene.

Este vídeo, independientemente de su calidad "técnica" te hara entender mejor lo que digo.

Elogio a la locura

Recientemente he leído una obra de Erasmo de Rótterdam, titulada “Elogio a la locura” que me ha parecido un excelente escrito satírico, a pesar de algunos discursos solemnes que lo hacen plúmbeo en exceso.


Erasmo de Rótterdam era un gran amigo de Tomás Moro, con el que compartía, además de su fe cristiana, el gusto por el humor frío y el refinamiento intelectual. En la propiedad de este ultimo, la casa de Bucklersbury, y en solo una semana, compuso “Elogio a la locura”, Stultitiae Laus en latín. El título mismo, en griego, puede ser entendido como un Elogio de Moro. En el texto abundan dobles e incluso triples significados.


Es considerada una de las obras más influyentes de la literatura occidental, habiendo sido uno de los catalizadores de la reforma protestante. La clamorosa recepción que obtuvo esta obra, se debe principalmente a las circunstancias por las que atravesaba Europa. En una cultura cristiana que hervía en fermentos neo-paganos –humanísticos, sociales y de reforma religiosa- cualquier palabra inflamada, un chiste o un simple gesto, bastaban para levantar a la masa. Circulaba el mundo, no por una edad de descomposición, sino de inestabilidad y cambio. Los cerebros no estaban ni más ni menos podridos que en siglos anteriores; pero tenían segura conciencia de su situación crítica.


Erasmo era muy enfermizo desde su juventud, delgado, con fuertes neuralgias, enfermedades pulmonares, piedras en los riñones y estomago débil e intolerante. No solo satiriza en esta obra a la iglesia y su clero, sino que arremete contra lo que el considera estulticia popular y critica en general la falta de cultura. No me resisto a reflejar lo que expone en su capitulo XXXIII, sobre la medicina y el derecho, comparándolas con otras ciencias, incluida la filosofía.


“Sin embargo, entre estas mismas ciencias son especialmente apreciadas aquellas que se aproximaban más al sentido común, es decir, a la Estulticia. Los teólogos se mueren de hambre, se desalientan los físicos, los astrólogos son objeto de risa y los dialécticos, de menosprecio. El médico es el único que «vale tanto como muchos hombres (Homero, Ilíada, XI, 514)», y en esta misma profesión el más indocto, temerario e irreflexivo prospera más, incluso entre los magnates. Así, la medicina, sobre todo ahora que la ejercen tantos, no es sino cuestión de adulación, igual, por cierto, que la retórica.


Después de éstos ocupan el siguiente lugar los leguleyos y no sé decir si hasta ocupan el primero, de cuya profesión los filósofos -y no quiero dar opinión sobre ella- suelen reírse unánimemente llamándola asnal. Sin embargo, el arbitrio de estos asnos regula todos los negocios grandes y pequeños. Éstos aumentan sus latifundios, mientras los teólogos, después de haber extraído de sus escritorios la divinidad entera, han de comer altramuces y librar constante guerra contra las chinches y los piojos”.

viernes, 11 de enero de 2008

Amor sin fin...

Un día, comiendo en un típico restaurante asturiano, cerca de un bosquecillo, nos encontramos con un señor bastante mayor que, no sé, inspiraba ternura. Al cabo de un rato me acerqué a él a pedirle fuego y nos pusimos a hablar y me contó una historia que no se me olvidará. A ver que os parece…

Era pastor, estaba casado con la mujer de la que se enamoró cuando sólo tenía 15 años. Vivía en una pequeña casa rodeada de verdes praderas, su mujer estaba embarazada de un niño muy deseado, en fin, era feliz.

Todas las tardes al terminar de recoger el ganado, iba con su mujer a buscar agua a una fuente que había cerca de su casa hasta que un fatídico día dando ese paseo ella se resbaló y se dio un mal golpe y falleció desmoronándose así toda la alegría e ilusiones del joven pastor.

A pesar de eso, él seguía yendo a esa fuente todos los días, se sentaba en una piedra esperando a que ella volviera a verle.

En ese momento, al mirarle, vi a un hombre aún enamorado, a pesar de la cantidad de tiempo que había pasado, le brillaban las ojos y en algunos momentos se le llenaban de lágrimas, y debo confesar que a mi también. Voy a seguiros contando esta historia, no se si vedad o ficción…

Tales eran las ganas que tenía de verla, que sentía como ella todas las tardes venía, se sentaba con él, le hablaba al oído, le rozaba la piel y cuando empezaba a amanecer se despedían hasta el siguiente día.

Una noche se quedó dormido y en sus sueños la escuchó como le decía que ese iba a ser el último día que vendría, que a pesar de que sabía que su muerte le había roto el corazón tenía que seguir viviendo, que ella viéndole así sufría mucho, tenia que empezar a asumirlo…

Esa mañana cuando al despertarse tenía a su lado el anillo que le había regalado el día de su boda, cerró los ojos y la juró que intentaría ser feliz pero que jamás la olvidaría ni querría a otra mujer como a ella. Colgó el anillo en la cadena que tenía en el cuello y se puso a llorar. Entendió que se había quedado solo.

Cuando nos lo terminó de contar, Jaime, que así se llamaba el hombre, estaba llorando, y nosotros también, y ahí, en ese restaurante, entendí que el amor verdadero existe y que hay que aprovechar todos los momentos de la vida porque sin esperártelo a veces el destino te juega malas pasadas. (Mamen Soto Gamararra)

jueves, 10 de enero de 2008

Bajo eléctrico - Victor Wooten

Yo particularmente prefiero a Marcus Miller en este instrumento, pero reconozco que lo que hace aquí Victor Wooten, es sencillamente genial. Toma un tema de los Beatles y lo hace sorprendente. No podía imaginar que con un bajo eléctrico se pudiera hacer esto... pero mejor escuchalo tu mismo.

martes, 8 de enero de 2008

Anochece en Birdland


Era ese momento tranquilo de la tarde, cuando la gente de día vuelve a casa de su trabajo y la gente nocturna llega a Birdland. Desde la ventana de su hotel veía Broadway volverse oscuro y resbaladizo por la lluvia indecisa. Se sirvió una copa, amontonó una colección de discos de Sinatra y Billie Holiday, en el tocadiscos…, tocó el teléfono silencioso y volvió a la ventana. Enseguida la vista se empañó con su respiración. Tocando el reflejo brumoso, como si fuera un cuadro, su dedo trazó líneas húmedas en torno a sus ojos, boca y cabeza, hasta que vio que se convertía en una cosa con forma de calavera chorreando que borró con el borde de la mano.

La muerte ya no era ni una frontera, solo algo que cruzaba según iba de la cama a la ventana, algo que ocurría tan a menudo que ya no sabía ni en qué lado estaba. A veces, como quien se pellizca para ver si está soñando, se buscaba el pulso para ver si seguía vivo. Casi nunca conseguía encontrarse el pulso, ni en la muñeca, ni en el pecho, ni en el cuello; con esfuerzo creía poder oír un latido sordo y bajo, como un tambor apagado en un funeral en lontananza o alguien sepultado bajo tierra que golpea la tierra húmeda.

Los colores resbalaban de las cosas, incluso el anuncio de fuera era un pálido residuo de verde. Todo se estaba volviendo blanco. Entonces se percató: era nieve que caía en las aceras a grandes copos, abrazando las ramas de los árboles, tendiendo una manta blanca sobre los coches aparcados. No había tráfico, nadie caminaba por la calle, nada de ruido. Todas las ciudades tienen silencios como este, intervalos de descanso en que –aunque solo sea un instante en un siglo- nadie habla, ningún teléfono suena, no hay televisores encendidos y los coches no se mueven.

Cuando el zumbido del tráfico se reanudó, puso el mismo montón de discos y volvió a la ventana. Sinatra y Lady Day: su vida era una canción que se estaba acabando. Apoyó el rostro en el cristal y cerró los ojos. Cuando volvió a abrirlos, la calle era un río oscuro con las orillas cubiertas de nieve. (Jesús Soto)

lunes, 7 de enero de 2008

Frases de cine

“Me preguntarás por el sentido de la vida, pero cuando eres feliz eso no interesa”. Solyaris – 1972 - Andrei Tarkovsky.

“Existen dos tipos de ladrones, el que roba para mejorar su vida y el que roba como forma de vida”. The italian job – 2003 - F. Gary Gray.

“A veces me pregunto qué hacemos rezándole a un melenas que se pasa el día de garbeo con una panda de tíos vestidos con faldas, es sospechoso”. C.R.A.Z.Y. – 2005 - Jean-Marc Vallée.

"Todos estamos hechos de la misma materia orgánica en descomposición". El club de la lucha – 1999 - David Fincher.

"¡Qué montón de libros!, ¿Son todos diferentes?". Bola de fuego – 1941 - Howard Hawks

viernes, 4 de enero de 2008

Sensibilidad

¿Qué es la sensibilidad…?. Sensibilidad es la caricia del saxo tenor de Coleman Hawkins, tocando “Smoke gets in your eyes”,

o el abrazo amigo de Jacques Perrin interpretando a Toto en la película “Cinema Paradiso”,

o los sabios consejos del personaje de maestro de escuela retirado, Don Pío Coronado en la maravillosa novela de Benito Pérez Galdos, “El abuelo”.

Música, cine, literatura... O tal vez solo lo que nos gustaría ver, cuando miramos dentro de nosotros, en la mitad de una larga vida o al final de una breve. (Jesús Soto)

¿Cuento de amor?

Recientemente, Ana y él se habían separado. Quien lo iba a pensar, un matrimonio aparentemente feliz y normal, después de muchos años de convivir juntos, y de llevar entrelazado el devenir diario de casi media vida. Todavía recuerda la cara de aquella juez, dictando la sentencia y además condenándole a él con una orden de alejamiento, de la persona que hasta ese mismo instante, había sido el ser humano menos alejado de su vida.

A partir de ese momento su día a día, se había convertido en una caída al abismo. Apenas salía con sus amigos y todo parecía haberse precipitado en una espiral rutinaria. Desde hace algunas semanas, para volver a casa desde el trabajo tomaba un extraño atajo con el coche, digo extraño, porque este atajo le llevaba un par de kilómetros más. Casualmente, pasaba justo por la calle donde vivía Ana. No se detenía, casi nunca miraba a la ventana de la que durante media vida fue su mujer, y solo algunas veces, se le humedecían los ojos, con lo que él, en un intento por auto engañarse, hacia ver que era el humo de su cigarro.

Esto es acoso y… tierno.

(Jesús Soto)

jueves, 3 de enero de 2008

Cosas...


- Si las preguntas de juventud, no son respondidas antes de cierto tiempo, ya no vuelven a plantearse. (El río de la vida – 1992 - Robert Redford)

- En aquel momento comprendí rotunda y claramente, que estaba contemplando la perfección. Mi hermano estaba delante de nosotros, pero no sobre la orilla del río Big Blackfoods, sino flotando sobre la tierra, libre de todas sus leyes, igual que una obra de arte. Y yo sabia con tanta claridad, como certeza, que la vida no es una obra de arte, y que aquel momento no podía durar. (El río de la vida – 1992 - Robert Redford)


- Tus labios, son una planta carnívora, hecha carne. (Verso único y anónimo.. ¿erótico tal vez?)


- ¿Para que correr?, ¿que sentido tiene la prisa?, casi con toda certeza, el punto al que nos dirigimos es peor, que el que ocupamos ahora. (Jesús Soto)


- Además de enseñar, enseña a dudar de lo que has enseñado. (Ortega y Gasset)


- Lo único que el ser humano puede hacer contra la desesperación, es buscar la felicidad. Jamás la encontrara, pero le mantendrá distraído. (Jesús Soto).


- Recientemente mi amigo Jerónimo, me hizo, tal vez una de las preguntas más difíciles de contestar, que existen: ¿Qué es la nada? Yo, sin pensarlo excesivamente le conteste, que la nada es la ausencia de materia. Él, enseguida me replico que si no hay materia, hay vacío, luego, hay algo. Como siempre, pequé de existencialista, cayendo en la impotencia lógica para resolver el problema de ‘la nada’ porque ésta solo aparece cuando alguien la enuncia, lo cual es solo posible tras haber trascendido ‘la nada’. (Jesús Soto)