Recientemente he leído una obra de Erasmo de Rótterdam, titulada “Elogio a la locura” que me ha parecido un excelente escrito satírico, a pesar de algunos discursos solemnes que lo hacen plúmbeo en exceso.
Erasmo de Rótterdam era un gran amigo de Tomás Moro, con el que compartía, además de su fe cristiana, el gusto por el humor frío y el refinamiento intelectual. En la propiedad de este ultimo, la casa de Bucklersbury, y en solo una semana, compuso “Elogio a la locura”, Stultitiae Laus en latín. El título mismo, en griego, puede ser entendido como un Elogio de Moro. En el texto abundan dobles e incluso triples significados.
Es considerada una de las obras más influyentes de la literatura occidental, habiendo sido uno de los catalizadores de la reforma protestante. La clamorosa recepción que obtuvo esta obra, se debe principalmente a las circunstancias por las que atravesaba Europa. En una cultura cristiana que hervía en fermentos neo-paganos –humanísticos, sociales y de reforma religiosa- cualquier palabra inflamada, un chiste o un simple gesto, bastaban para levantar a la masa. Circulaba el mundo, no por una edad de descomposición, sino de inestabilidad y cambio. Los cerebros no estaban ni más ni menos podridos que en siglos anteriores; pero tenían segura conciencia de su situación crítica.
Erasmo era muy enfermizo desde su juventud, delgado, con fuertes neuralgias, enfermedades pulmonares, piedras en los riñones y estomago débil e intolerante. No solo satiriza en esta obra a la iglesia y su clero, sino que arremete contra lo que el considera estulticia popular y critica en general la falta de cultura. No me resisto a reflejar lo que expone en su capitulo XXXIII, sobre la medicina y el derecho, comparándolas con otras ciencias, incluida la filosofía.
“Sin embargo, entre estas mismas ciencias son especialmente apreciadas aquellas que se aproximaban más al sentido común, es decir, a la Estulticia. Los teólogos se mueren de hambre, se desalientan los físicos, los astrólogos son objeto de risa y los dialécticos, de menosprecio. El médico es el único que «vale tanto como muchos hombres (Homero, Ilíada, XI, 514)», y en esta misma profesión el más indocto, temerario e irreflexivo prospera más, incluso entre los magnates. Así, la medicina, sobre todo ahora que la ejercen tantos, no es sino cuestión de adulación, igual, por cierto, que la retórica.
Después de éstos ocupan el siguiente lugar los leguleyos y no sé decir si hasta ocupan el primero, de cuya profesión los filósofos -y no quiero dar opinión sobre ella- suelen reírse unánimemente llamándola asnal. Sin embargo, el arbitrio de estos asnos regula todos los negocios grandes y pequeños. Éstos aumentan sus latifundios, mientras los teólogos, después de haber extraído de sus escritorios la divinidad entera, han de comer altramuces y librar constante guerra contra las chinches y los piojos”.
veo que lo entendes bien peor cuando reacciona contra el formalismo vacio del humanismo decadente(esculas paganas)en que consiste tal critica y por que se lo llama formalismo vacio¿
ResponderEliminarEste libro ha quedado como una de las mejores sátiras de todos los tiempogran s, pasa revista a todos los títulos, saberes, honores y virtudes de su tiempo: del barón al emperador, del canónigo al Papa, de la filosofía a la teología, del robo a mano armada a la devoción, y llega a la conclusión de que todos ellos son pura necedad. Su visión de aquella Europa supersticiosa, opresora y opresiva, codiciosa e hipócrita es irrespirable de puro desoladora. La señora doña Necedad habla en primera persona y contrapone dos necedades: la de casi toda la gente que dominaba el panorama europeo, y la de los verdaderos cristianos, que, viene a decir Erasmo, dedican su vida a cosa tan necia como tiene que parecerles a los necios el amor al prójimo, la verdadera devoción y la salvación eterna. Esta maravillosa sátira, perfectamente válida hoy, sea cristiano o agnóstico quien lo lea, está dedicada a Tomás Moro, gran amigo de Erasmo.
ResponderEliminarno encontre nada
ResponderEliminarpues a mi me aburre Erasmo con sus estupideces....su obra es una asco....
ResponderEliminarchinguen a su madre todoSsSSS,, ./.
ResponderEliminarpues al aprender a leer tambien se aprende a respetar.....y su comentario descalificante no parece mas que un fragmento plagiado de esta muy buena obra, por una persona que si bien o no sabe analizar o escribir
ResponderEliminarLa obra de Erasmo es una de las mejores criticas efectuadas en contra de la sociedad de su época
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